El sexo oral nunca fue tan salvaje ni mortal hasta que una mujer brasileña decidió asesinar a su marido untándose veneno en su organo sexual. La susodicha volvía de hacerse las ingles brasileñas y al parecer pensó: Al menos que se muera feliz... Dicho y hecho, se colocó el veneno en su parte intima.
Tras llevárselo al catre y hacerle lamer su bebedero de patos radioactivo entrepierna, el hombre comenzó a combulsionar a causa de la excitación, más tarde se dió cuenta de que las combulsiones eran más fuertes que de costumbre, pero ya era demasiado tarde.
Como consuelo para el difunto marido, hay que mencionar que a la maquiavélica asesina se le ha diagnosticado un gravísimo cáncer de vagina. Tal y como publicó al respecto Ricky Martin en su twitter: "Untarse cosas en los genitales nunca puede traer nada bueno, ya lo dije en su momento y nadie me escuchó."
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