¿Cómo puede ser que el villano más famoso de la historia del cine no haya cobrado aún parte de su salario? Hace dos años se supo por primera vez que el actor que encarnó a Darth Vader en Return Of the Jedi, no había cobrado aún su parte porcentual de los beneficios de la película. Las razones dadas en ese momento por Lucasfilm eran que la película no había dado beneficios. Hoy el diario Atlantic relata la verdadera historia detrás de la contabilidad en Hollywood para conseguir que una película taquillera resulte “no rentable”. A través del recibo de “empresas” auspiciadas por los propios estudios o del envío de cartas surrealistas al actor David Prowse que encarnó a Darth Vader, la industria del entretenimiento consigue “ahorrar costes”.
La idea es la siguiente. Imaginemos a dos jóvenes que crean una “pequeña empresa” de venta ambulante de helados. La madre de uno de ellos le dice al hijo que tiene que compartir las ganancias con su hermana. El joven no quiere porque realmente lo que quiere es montar un negocio, así que le dice a la madre que no tiene beneficios porque todo el dinero invertido y los beneficios ha ido a parar a los gastos de la pequeña empresa. Claro que los beneficios si existen y han ido a parar al bolsillo de su amigo que más tarde los repartirá con él.
Esta forma de trabajar es exactamente igual que la que tiene actualmente Hollywood con el fin de evitar costes como son los pagos a los actores por beneficios. El caso de Darth Vader es exactamente igual. ¿Alguién se pude creer que una película como Return of the Jedi no es rentable? La película de 1983 ocupa el puesto 15 de las más taquilleras de toda la historia en Estados Unidos pero al parecer aún hoy no tiene beneficios para distribuirlos con el equipo. La cinta de Lucas recaudó 475 millones de dólares con un presupuesto de 32 millones, por lo que resulta complicado que los beneficios no aparezcan.
¿Cómo se explica? Pues al parecer a través de la asociación de los estudios con corporaciones paralelas en cada película que producen. Lo que hacen los estudios es borrar cualquier posible beneficio cargando sobre estas corporaciones una cuota enorme que eclipse los ingresos de la película, de esta manera a efectos contables la película no es rentable y no hay nada que repartir. En este caso, Return of the Jedi y sus 475 millones de recaudación no fueron rentables.
Existen casos actuales que demuestran que estas actuaciones son totalmente ciertas. El diario destapa un recibo y apunta a la película Harry Potter and the Order of the Phoenix, una de las películas más taquilleras de la última década. Pues bien, bajo la misma premisa, los contables de Hollywood terminaron reportando que tuvo 167 millones en pérdidas. Warner Bros cargó a una “corporación” 350 millones en distribución y publicidad mas una serie de tasas con intereses dirigidas a esta empresa externa.
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